¿Pueden los alumnos evaluarse a sí mismos?
Coevaluación en los equipos de trabajo.
Hacer que un alumno le explique a sus compañeros de equipo lo que ha entendido del libro de texto o lo que ha explicado el maestro, es una estrategia que genera notables avances.
Los alumnos también pueden parafrasear los contenidos, es decir, parafrasear con el fin de clarificar cada concepto y verificar si ese concepto ha quedado comprendido.
Es por esto que mediante el aprendizaje colaborativo los alumnos aprenden más y aprenden mejor. Una manera de inducir el trabajo colaborativo consiste en organizar al grupo en equipos de trabajo.
Los equipos de trabajo, obviamente, no son una estrategia que garantice resultados por el sólo hecho de organizar a los alumnos en pequeños grupos.
No es suficiente organizar a los alumnos en equipos, pues es necesario el seguimiento constante del maestro.
El trabajo colaborativo orienta las acciones para el descubrimiento, la búsqueda de soluciones, coincidencias y diferencias, con el propósito de construir aprendizajes de manera grupal.
La clase de Español se lleva bien con los equipos de trabajo porque se parte de un proceso de socio-construcción, de apertura a la diversidad y de tolerancia; en el fondo, esa es la esencia del aprendizaje colaborativo.
Emprender un proyecto didáctico requiere de equipos formales, es decir, de equipos que se mantendrán colaborando a lo largo de un proyecto hasta que sea concluido.
El número de alumnos recomendable para un equipo es de cuatro alumnos. Se recomienda también reestructurar los equipos una vez concluido un proyecto o un Bloque. A nuevo proyecto o bimestre, nuevos equipos.
Cuando el maestro adopta una postura “democrática” y dice al grupo : “Formen Ustedes libremente los equipos”, suele generarse una discriminación espontánea: los alumnos “avanzados” desean asociarse con los “avanzados” y discriminan a los “atrasados”. En consecuencia, lo recomendable es la intervención del maestro para equilibrar la integración, de tal manera que en cada equipo exista un alumno “avanzado “, un alumno “atrasado”, y dos de desempeño ordinario.
Muchos maestros/as, con el fin de formar equipos de manera eficaz, inducen al grupo a que nombre a sus “líderes”. Los “líderes” pasan al frente y se les da oportunidad a cada uno de escoger a un compañero, pero, enseguida, la maestra/o les asigna a dos alumnos “atrasados”. De esta manera logran un equilibrio en su integración: los “adelantados” se convierten en tutores virtuales de los “atrasados”.
En cuanto al escenario: Las mesas o sillas movibles son ideales para las actividades, las restricciones ocasionadas por el mobiliario no deben interferir en el trabajo de equipo.
Hay que hacer sentir a los miembros del equipo que tienen roles únicos dentro de él y que cada rol es indispensable para su éxito. Algunas de las estrategias para lograr esto son:
- un solo producto esperado por equipo,
- asignar roles e intercambiarlos,
- escoger a un miembro del equipo para que explique y resuma los resultados,
- finalmente, asignar una misma calificación a todos y cada uno de los miembros del equipo, independientemente de los esfuerzos individuales de cada quien.
Cada miembro del equipo debe mostrar expectativas de participación y hacerse responsable del resultado colectivo del equipo.
Los alumnos:
- Pueden crear un reglamento de comportamiento para los miembros del equipo.
- Pueden registrar los comportamientos que esperan de cada uno de los compañeros.
- El profesor debe intervenir en el proceso ocasionalmente si las tareas no han logrado unir a los miembros en el equipo.
Se aconseja permitir a los miembros del equipo resolver sus diferencias de manera autónoma. Parte de las dinámicas exitosas es aprender a resolver conflictos dentro del grupo. En casos en que los alumnos insisten en cambiarse, puede ocurrir un “despido” o “divorcio” en que hay que mediar. Cambiar a los miembros del equipo para resolver un problema no es una estrategia que ayude mucho y puede generar ruptura del balance del equipo.
Aprender de los conflictos es una buena preparación para situaciones similares a las que pueden enfrentarse en su vida real. Las habilidades de negociación son parte del aprendizaje de las actividades. Los grupos se vuelven más fuertes cuando aprenden a resolver sus propios problemas.
COEVALUACIÓN
La coevaluación consta de una evaluación en conjunto: tú me evalúas, yo te evalúo. Es aplicada sobre un trabajo, proceso o actividad específicos en los cuales todas las personas implicadas participan en la valoración de los mismos. Nuevamente, en este caso, es importante concientizar al alumnado que la evaluación es para mejorar, no para castigar.
Veamos en esta gráfica un proceso de coevaluación. Analicemos detenidamente el esquema. Cada columna horizontal representa un paso con duración apróximada de 15 minutos.Cada columna vertical representa al grupo de alumnos; cada círculo, a un equipo integrado por cuatro alumnos: Equipo 1; Equipo 2; Equipo 3…
I.¿De qué se trata en el Paso I?
Se trata de formar equipos de cuatro alumnos.
¿Cuál puede ser el propósito del Paso I?
Leer un mismo texto.
Analizar secuencias a seguir para una actividad.
Escribir un texto sobre un tema asignado.
Elaborar un resumen sobre un texto expositivo.
II. ¿De qué se trata en el Paso II?
Se trata de integrarse momentáneamente con un representante de cada uno de los equipos con el objeto de confrontar experiencias de aprendizaje: Interpretaciones de lectura; analizar secuencias, compartir escritos para recibir opiniones; comparar resúmenes…
¿Cuál puede ser el propósito del Paso II?
Interactuar brevemente con otros compañeros a fin de compartir significados e interpretaciones.
III. ¿De qué se trata en el Paso III?
Se trata de reintegrarse con el equipo original. ( El mismo equipo del Paso I)
¿Cuál puede ser el propósito del Paso III?
Resignificar aprendizajes obtenidos durante la interacción con el equipo del Paso II.
RECOMENDACIONES:
No se recomienda formar equipos grandes. Lo ideal es que un equipo sea de cuatro miembros. Los equipos de cuatro integrantes tienden a crear balance, permitiendo una distribución similar de roles. Se recomienda la rotación de equipos de un proyecto a otro, o al menos, de un bloque a otro.
Bibliografía
AGELET, J. (2000) Estrategias organizativas de aula. Barcelona: Graó
DELORS, J. (1996) La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO. Madrid: Santillana/UNESCO.
DURAN, D.; TORRÓ, J. y VILA, J. (2003) Tutoría ente iguales. Barcelona: ICE de la UAB