Lluvia de ideas
Mabel Condemarín*
La lluvia de ideas constituye una buena estrategia para activar el conocimiento previo de los estudiantes. Requiere que ellos expresen todo lo que saben acerca de un tema particular o de una idea, antes de iniciar una lectura o redactar un escrito.
Los estudiantes pueden trabajar en forma individual o en pares, primero sacando a luz todas las ideas que ellos tienen sobre un tópico específico y luego compartiéndolas con el grupo. El educador lista las ideas en la pizarra y luego los invita a discutirlas. En la medida que los estudiantes escuchan las ideas de los otros, ellos generalmente recuerdan información adicional o bien adquieren nuevos conocimientos.
Los siguientes pasos muestran una modalidad para realizar la lluvia de ideas:
- Proporcionar a los estudiantes tarjetas para registrar su información.
- Pedirles que escriban todas las palabras, ideas o frases que acudan a su cabeza sobre el tópico dado.
- Solicitarles que lean sus listas en voz alta al grupo mientras el educador registra todas las ideas sobre la pizarra o en un proyector.
- Discutir la información registrada, destacando las ideas que se relacionen directamente con la selección de lectura. Si aparece en la lista información incorrecta puede dejarse para ser corregida después de la lectura por los mismos estudiantes, a través de discutir y responder. Sin embargo, el error puede ser analizado inmediatamente, si es significativo e interfiere la correcta construcción del significado.
- Dirigir la discusión de las ideas generadas por los estudiantes hacia la línea argumental (en el caso de textos narrativos) o hacia las ideas principales de la selección (en el caso de textos expositivos). Concluir la discusión ayudando a los estudiantes a aclarar sus propósitos frente a la lectura o bien a establecerlos para efectuarla.
La lluvia de ideas debe ser utilizada cuando los estudiantes tienen alguna información sobre el tema. Si ellos sólo tienen una limitada cantidad de conocimiento previo sobre la materia, la actividad en pequeños grupos puede ser más efectiva porque les permite aprender unos de otros.
La estrategia es útil como una actividad de apertura a un proyecto o para leer un texto recreativo o informativo. También constituye una excelente manera de evaluar el conocimiento previo de los alumnos.