En la programación de Aprende en Casa II de la Secretaría de Educación, no se dejará tarea a los alumnos, ya que tal atribución se considera exclusiva de los maestros que se mantendrán en contacto permanente con sus alumnos.
En principio, la atención del maestro se enfoca a los contenidos: ¿qué enseñar y cómo enseñar para que mis alumnos aprendan? Sin embargo, en esta situación de clases en televisión trasmitidas por la SEP, los maestros serán requeridos para rendir informes de evaluación de manera puntual y, en ese sentido, las tareas se convertirán en las mejores evidencias para medir resultados que se traducirán en calificaciones trimestrales.
Las clases no terminarán con la clase trasmitida en la televisión, sino con la tarea que el maestro asigne: “Estimado alumno: Para reafirmar lo que aprendiste en esta clase, escribe un resumen…responde estas preguntas…elabora un mapa conceptual…construye un cuestionario…”
Una clase trasmitida en la televisión , una tarea del maestro: las clases a distancia tienen un inicio, un desarrollo y, ¡una tarea!
Los alumnos descubren que las clases por televisión no son programas de complacencias y se aplican a realizar los ejercicios o tareas que conlleva cada clase. En otras palabras, cada clase se traduce en una tarea y el conjunto de ellas se precipita como una avalancha para los maestros que deben dar reportes de evaluación.
Tradicionalmente, la revisión de las tareas o ejercicios ha sido responsabilidad del maestro, pero la modalidad a distancia es una brillante oportunidad para favorecer la reflexión del alumno sobre sus propios aprendizajes.
Una manera de favorecer tal reflexión consiste en el empleo de rúbricas para la auto y coevaluación. Apoyarse en estas rúbricas equivale a decirle al alumno:
“Creo que eres capaz de aprender y además creo que en tu honestidad para calificar tus productos de trabajo”.
En el mundo docente otorgamos a la palabra rúbrica una acepción que no existe en el diccionario de la Real Academia de la Lengua. Llamamos rúbricas a los formatos o instrumentos de evaluación, coevaluación y autoevaluación.
Al evaluar un nivel de desempeño, un producto de lenguaje o una tarea, tratamos de apoyarnos en criterios o indicadores ligados a los propósitos de aprendizaje.
Las rúbricas permiten estandarizar la evaluación de acuerdo con criterios específicos, haciendo la calificación más simple y transparente.
La rúbrica permite que profesores y estudiantes evalúen con criterios específicos con la intención de conseguir una evaluación justa y consensuada.
Rúbricas para evaluar procesos y productos en mis libros de texto
Hola Maestro Cueva, siempre me ha servido muchísimo todo el contenido de su blog. Esta vez me gustaría saber dónde puedo ver las guías didácticas de segundo y tercer grado. De antemano le agradezco infinitamente todo el apoyo. Saludos cordiales.
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Muchas gracias maestro
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